Después de siete libros y ocho películas, La era de de Harry Potter ha terminado, toda una generación espero expectante el 15 de julio, para ver la ultima parte del final.
Por mi parte no fui el día del estreno, si no que cuatro días después. Y la cola para entrar era larguisima! (pero yo compre las entradas por internet, por lo que entre de inmediato :D) La sala se comenzó a llenar y 20 min después por fin empezó. Debo decir, reí, llore y al final aplaudí.
Esta sección nace de mi aburrimiento y ocio. Mientras veo Harry Potter y el príncipe mestizo.
# La canción: la famocilla canción. 10 años escuchandola, no es poco.
#Imagen: no se donde la encontré pero me encanto. Versión anime :D
#Final alternativo: El periodista Greg Palast quien se dice que es muy amigo de JK Rowling, ha relatado un final alternativo, que según él, hace mucho fue la misma autora quien se lo comento.
Al Bosque prohibido.
Harry se dirigió al campo donde Voldemort lo esperaba con su grupo de Dementores. La cicatriz de Harry le quemaba brutalmente, evitándole pensar profundamente en su decisión, que probablemente no le traería nada más que la muerte.
¿Qué mal especial, qué hechizo mortal y tortuoso tenía preparado el Señor Oscuro para la destrucción de Harry? Voldemort había perseguido a Harry por más de una década; sin duda Voldemort se armaría con una maldición especial mucho más poderosa y final que el Avada Kedavra que había fallado al matar a Harry cuando era un niño.
Harry tenía razón. El Señor Oscuro, en su claro del Bosque Prohibido, estaba preparando un hechizo tan devastador como Harry temía, y mucho más horrible. Al tiempo que Harry caminaba hacia su encuentro predestinado, Voldemort pasaba su varita entre los Dementores helados, ordenándoles besarla.
Voldemort, en aquellas noches de dolor y soledad de su exilio y recuperación, había concebido una forma de lanzar el beso de un Dementor desde su varita, el beso que robaría el alma de su víctima para siempre. Y ahora arrojaría cientos de ellos hacía Harry. La recompensa de Voldemort sería más grande que observar el entierro de Harry. Él congelaría a Harry en el lugar, el cuerpo de Harry encapsulado por una eternidad al momento de la última humillación y derrota de Harry, un monumento aterrador de la victoria de Voldemort para que sea observado por todos y para siempre. La alegría de Voldemort aumentaba con cada beso de Dementor en su varita.
Harry podía sentir el frío como de cementerio y la fuerza de su desesperación conforme se acercaba. No había esperanza, y él era incapaz de encáralo. Y él lo sabía.
Entonces, Harry sintió la presencia de un hombre joven y una mujer, sin embargo no los podía ver. Estos dos fantasmas sostuvieron su cuerpo con amor y levantaron su espíritu. Él estaba seguro de que era la última fuerza viva de sus padres, haciendo un último sacrificio uniéndose a él en su viaje final. El se permitió a sí mismo un momento de tranquilidad y felicidad, sintiéndoles muy cerca.
Entonces se detuvo. Harry se estremeció profundamente al reconocerlos. Ellos no eran sus padres. Eran los de Voldemort: el joven Tom Riddle y su novia quien, por esta ocasión, había recuperado su apariencia de doncella hermosa. Ellos dijeron, sin usar palabras, “Querido hijo, no le permitiremos que te dañe.”
¿Eran estas palabras para él? ¿O para Voldemort? De alguna forma, no le importaba – ellos parecían muy amables cuando él no necesitaba nada más en este momento que un amor de padres.
Harry, y los dos cálidos espíritus que se volvieron más visibles, se acercaron a la multitud de seguidores de Voldemort, quienes se apartaron, como formándole a la víctima un corredor hacía su destino.
La varita de Voldemort había regresado a su mano blanca y esquelética. El Señor Oscuro la apuntó confiadamente hacia donde Harry emergería de la multitud, no para destruir a Potter sino para detenerlo mientras se preparaba para explicarle a Harry el castigo eterno que estaba a punto de golpearlo.
Voldemort rió cuando Harry llegó tropezando. Pero cuando el Señor Oscuro vio los espectros de sus padres, gritó como si fuera cortado por la mitad. Con su corazón ardiendo en llamas, Voldemort inmediatamente lanzó los besos mortales, gritando, “¡Oppungo Morimbessios!” Y todo el terror vil de los Dementores, en una luz imparable, se apresuraron desde la varita hacia Harry y los espíritus a su lado.
Pasó solo una centésima de segundo para que la maldición de Voldemort alcanzara a Harry. Pero de alguna forma el mundo pareció detenerse, la Tierra dejó de rotar; todo en el planeta se quedó quieto, pero Harry estaba consciente de que podía moverse libremente. Harry había planeado cada hechizo de escudo para su defensa, pero ahora eran claramente inútiles. Harry no pudo hacer nada más que incarse sobre una rodilla y cubrir su cabeza, preparándose para aceptar la fuerza del hechizo, su muerte y su fin.
Conforme se arrodillaba, en aquel momento de tranquilidad fuera del tiempo, las dos sombras volaron de él hacia Voldemort. Y Voldemort cambió. Retrocedió el viento de los dementores y el tiempo; y ahí estaba Voldemort, regresando a su juventud, más poderoso y terrorífico.
La maldición golpeó la cicatriz de Harry, eliminándola, entonces, en un fuerte estruendo, sintió un dolor aplastante de su cráneo abriéndose, y entonces el grito de la maldición se dirigió desde su cabeza hacia la varita que la había lanzado.
Y entonces lo golpeó. Y ahora las tres almas entrelazadas, Tom Riddle, su esposa y el joven niño, permanecerían sepultados para siempre en aquel momento, y nunca serían capaz de dejarlo.
Y nunca lo quisieron.
Hogwarts 2130 D.C
El director, con su barba blanca despeinada y su cabeza calva coronada por un gorro de mago, miró con nostálgica gratitud el marco de una pintura vacía que había convencido al Ministro de ponerla a pesar de su renuencia. Él sabía que pronto estaría en ese pequeño cuadro grabado con el nombre, “Harry Potter,” separado del de Albus Dumbledore solo por los retratos de las directoras McGonagall y Chang.
El director, con su barba blanca despeinada y su cabeza calva coronada por un gorro de mago, miró con nostálgica gratitud el marco de una pintura vacía que había convencido al Ministro de ponerla a pesar de su renuencia. Él sabía que pronto estaría en ese pequeño cuadro grabado con el nombre, “Harry Potter,” separado del de Albus Dumbledore solo por los retratos de las directoras McGonagall y Chang.
El viejo mago podía escuchar abajo el ambiente de la escuela con las preparaciones para su cumpleaños 150. Él levanto a Ginny, un ave del paraíso, a la percha más cerca de su escritorio. Su esposa, en vez de envejecer, se había transformado a sí misma en un ave hermosa, pero aún así insistía en dar un consejo como de ave. “Harry, querido, no te puedes perder tu propia fiesta de cumpleaños. Y está precioso allá afuera.”
De hecho, el día de verano había hecho salir docenas de excursionistas quienes salieron con sus canastas y sábanas cerca de la luz que salía de la estatua viviente de una familia feliz con un pequeño niño. Nadie más que el viejo director sabía quien estaba encapsulado dentro de esa esfera brillante. Cuando los Dementores fueron liberados del hechizo de Voldemort, ellos, y de hecho cada mago excepto Harry y la sombra de Albus, perdieron toda memoria del Señor Oscuro. Ahora, después de más de un siglo, la curiosidad sobre la familia en la estatua, había cesado mucho tiempo atrás. Harry había ordenado simplemente que se colocara una placa allí. Solamente decía, “Riddles.”
“Me iré” le dijo a su esposa, “pero tengo que cuidar a este niño por un momento.” El tatara tataranieto de Harry, quien aún no podía caminar, silenciosamente jugaba en la alfombra con su rana de chocolate. De repente, un enojo inexplicable, el pequeño Tom aplastó al animal de dulce. Harry observo esto, y supo que el mundo entero pronto se oscurecería de nuevo para las generaciones venideras.
“Me iré” le dijo a su esposa, “pero tengo que cuidar a este niño por un momento.” El tatara tataranieto de Harry, quien aún no podía caminar, silenciosamente jugaba en la alfombra con su rana de chocolate. De repente, un enojo inexplicable, el pequeño Tom aplastó al animal de dulce. Harry observo esto, y supo que el mundo entero pronto se oscurecería de nuevo para las generaciones venideras.
FIN
Tal vez si no hubiese conocido el otro final, el que todos conocemos. Creo que me gustaria...
# Y por ultimo, el paso de los años
Daniel, Emma y Rupert
Bonnie
Matthew
Tom
Debo confesar que a Matthew el paso de los años le ha echo MUY bien ;)
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